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Anyway the wind blows

Enfermadad nº2

Este weblog podría acabar siendo un diario de mis enfermedades. Ayer saqué a pasear una que tenía en el cajón hace tiempo: el perfeccionismo o el tocapelotismo weberil.

Toda mi vida he hecho webs. A mano. Ahora la gente utiliza dreamweavers, frontpages y programas que sólo sirven para ocultar la falta de conocimiento de los que programan así. Yo llevo toda la vida programándolo todo. Para mi, de hecho, tener un weblog que no está programado por mí es algo inédito, y no lo niego, me produce cierto recelo. Debe ser la edad.

Ayer volví a retocar Muzikalia. No sé que es lo que activa en mi cerebro la palabra RENOVACIÓN, pero cuando llega, no puedo hacer nada. Durante años, he perdido mucho tiempo cambiando o renovando mis webs, sólo por el simple hecho de hacerlo, pues en muchos casos el cambio, seguro, es a peor... pero está en mi esencia.

Muzikalia lleva con este nuevo look más de 1 año. Ahora funciona de verdad, rápida, bien distribuida, y me gusta mucho, pero desde ayer, tengo en la cabeza hacer unos cambios, y nada, en eso estoy. Reconozco que lo que hice ayer no me acabó de matar, pero es una puerta abierta hacia la nueva versión.

La cosa va así:

1- Me encanta mi web
2- Sucede algo que de repente me indica que podría mejorar alguna cosa
3- Comienzo a ver la web en mi mente (aquí ya la hemos liado)
4- La dibujo en un papel, ya sea en el trabajo, en el tren, en el water...
5- Intento plasmarlo en la web
6- De lo que iba a hacer en un principio a lo que queda al final, hay un trecho enorme. Eso sí, se mantiene siempre la 'idea' que ví en mi mente
7- Pienso que esa versión es la definitiva, y que nunca la cambiaré. Autoengaño again.

Ya contaré como va el tema en unos días. Porque claro, no lo he dicho, pero hasta que no lo cambio todo, no estoy bien y curado. Por eso en 3-4 días como máximo, habrá nueva versión de Muzikalia.

Soy un jodido enfermo.

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